AITOR ARANDA

Entrevista con
Aitor Aranda

Aitor Aranda quiso dar un cambio al rumbo de su vida cuando su pasión por la fotografía cobró protagonismo. Junto a su mujer fundó Amanda Dreamhunter, un proyecto con alma que a través de la imagen no ha dejado de crecer. El inevitable componente artístico de su profesión, ligado a una filosofía de trabajo marcada por los valores y una esencia muy particular, ha hecho que sus obras tengan personalidad propia. 

¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional?

Hasta 2011 nada interesante, me dedicaba a mis perros y a la foto como amateur. Gané un concurso con un buen premio, fue el empujón final para dar un giro a mi vida. Dejé el trabajo, comencé a estudiar fotografía artística en la Escuela de Arte de Castellón y casi al mismo tiempo, junto a mi mujer, creamos Amanda Dreamhunter. En estos años hemos abordado proyectos muy llamativos, pero lo que más me seduce es el retrato y la fotografía social.

¿Cómo definirías tu relación personal con el mundo de la fotografía? ¿Qué te movió a adentrarte en él?

Aunque no era consciente, siempre ha estado ahí. Analizando los recuerdos, veo que había una intención en lo que hacía desde muy joven. Con la cámara de mi mujer me inicié como amateur, se convirtió en una obsesión, la vocación pasó a un primer plano y que cuando tuve la oportunidad, lo dejé todo para intentarlo. Más tarde, en la escuela, la sensación fue maravillosa, una explosión. La forma de comunicar de los artistas, los fotógrafos de moda, los retratistas clásicos, fue amor a primera vista. Cuando me pierdo un poco, necesito sentarme a ver sus trabajos, su vanguardia, el momento en el que esta gente creaba de la nada.

¿Cuál es tu motivación más importante para ser fotógrafo? ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Ofrecer mi propio discurso dentro de un mundo lleno de talento. Ser fotógrafo va ligado a cómo eres, transciende más allá del acto mecánico de coger una cámara y disparar, es un modo de vida que te da la oportunidad de evolucionar y de crear. Lo que más me gusta es la experiencia, contagiarme de la energía de las personas, divertirme, llenarlo todo de actitud positiva; y también, gestionar tus propios sentimientos. Hay trabajos que son más artísticos, otros más creativos, pero en todos, estás tú: cómo entiendes el proyecto, la relación que estableces con el fotografiado, la planificación, cómo te encontrabas ese día, etc. El objetivo de cualquier sesión es sacar lo mejor de mí en esa situación con todos sus condicionantes, los buenos y los malos.

¿Cuáles son tus referentes u otras fuentes de inspiración?

En foto, principalmente me estimulan los pioneros, como Annie Leivobitz o Richard Avedon, (la lista es muy larga). Por mencionar otros no relacionados con la moda, me fascina Sally Mann y más actual, Ivan Troyanovsky. Pero encuentro mucha inspiración en ilustraciones, películas y la música. Sin embargo, me gusta mucho observar las situaciones cotidianas, algunas me gustan tanto que acabo convirtiéndolas en foto.

Las redes sociales (especialmente Instagram) han marcado un antes y un después en el mundo de la imagen, ¿cómo influye a la fotografía en general? ¿Y a los fotógrafos profesionales?

Instagram es una excelente herramienta para cualquier campo relacionado con la imagen, tiene su lado bueno y otro más oscuro. Está abarrotado de copias hasta el punto que ves siempre lo mismo. Obviamente lo uso para mostrar mi trabajo, inspirarme y ver las tendencias. Pienso que es imprescindible para los que trabajamos en comunicación visual, y muy potente, si encuentras tu propio discurso alejado de las modas.

¿Cómo afrontas personal y profesionalmente la situación actual? ¿Cómo ha afectado a tu trabajo?

Fearless. Creamos Amanda en plena crisis, hace un año nos llegó esta y nuestro gremio lo sigue sufriendo. Yo me considero un afortunado, (digo esto habiéndose parado mi fuente principal de trabajo, las bodas). Pero también ha significado tiempo y oportunidad. Hemos buscado en el cajón de Amanda otros proyectos, que por circunstancias de la vida (dos niñas pequeñas), se pospusieron. Cosas como: Amanda Berlin, Christmas, los próximos Amanda Bio; o los proyectos de vídeo, que nos están ayudando a crecer en otra dirección. Queremos seguir evolucionando a nivel artístico con líneas de negocio atractivas y desafiantes que nos permiten seguir sintiendo la magia.

Si algo te define es tu filosofía de trabajo, algo que transmite la esencia de tus fotografías, ¿cómo la definirías? ¿Cómo influye en el componente más artístico de tu trabajo?

Soy una persona muy sencilla y eso se ve en lo que hago. Una mezcla de las experiencias de vida, mi personalidad, motivación, respeto y profesionalidad. Me vuelco al 100 %, pienso que la actitud te hace VER. Necesito conectar, empatizar, hacer un mapa mental de lo que puedo proponer. Por eso no hago todo tipo de proyectos ni fotografío a todo el mundo. Es mi forma consciente de entender mi trabajo y evitar el síndrome burnout.

En cada fotografía de Amanda Dreamhunter hay un trocito de Aitor Aranda, que se vuelca 100 % en cada disparo. Su amor y respeto por la fotografía traspasa el objetivo para proyectar en cada instantánea la esencia de quien está delante de la cámara y también de quien está detrás.

Amanda Dreamhunter

629 655 622 | 634 591 007 | amandadh.es

      

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