Entrevista con Anabel Abad

Anabel Abad siempre ha sido una apasionada de la moda. Tras jubilarse, decidió abrir su perfil de Instagram y empezar a mostrar sus “looks”. Su cercanía, encanto y honestidad han hecho que a día de hoy posea una gran comunidad a la que valora muchísimo y con la que mantiene una bonita relación. 

¿Quién es Anabel?

Soy una mujer de 64 años nacida en El Campello, municipio costero de Alicante. Enamorada del mar y de mi pueblo. Ejercí durante 38 años como maestra de primaria. Ahora, ya jubilada. Desde niña estuve muy ligada al mundo de la moda. Mi tía, que poseía una pequeña mercería a mediados de los 60, convirtió la trastienda en un taller con máquinas de tricotar. Fue una empresaria muy arriesgada para aquella época y toda la familia se puso manos a la obra. Cuando salía de la escuela, allí era donde me dirigía y desde temprana edad me vi rodeada de patrones y revistas de moda inspiradoras, viendo de primera mano el proceso de confección. He de decir que toda mi ropa era hecha a medida y cuando empecé a ver etiquetas adheridas al cuello de un suéter, yo me moría de ganas de lucir una de ellas. 

¿En qué momento decides abrir tu perfil de Instagram? 

Abrí mi perfil hará unos siete años para estar al corriente de cuantas novedades nos ofrecen las nuevas tecnologías. También influyó el tener gente joven en mi entorno que me hizo unirme a ella. Empecé a buscar la foto perfecta educando mi ojo para localizar ambientes bonitos. Y, sobre todo, añadiendo textos íntimos en los que mis seguidores se vieran identificados y quisieran compartir conmigo sus vivencias. Así logré tener una comunidad muy fiel, consiguiendo poco a poco la tan estimada interacción. 

¿Qué te decía tu familia, tus amigos, la gente que te rodea?

La gente joven, sobre todo unas sobrinas nietas que tengo, no se lo creían. Era chocante que alguien de mi edad estuviera en una red social como Instagram. Mi entorno más próximo realmente me animó y me ayudó. Mi hija y la hija de mi pareja ya lo conocían y me ayudaron a crear el perfil. Y luego aquí en casa tengo una pareja, Luis, que es una maravilla y me apoyó desde el primer momento, es el que me hace las fotos y todo. 

¿Hay un momento que marcara un antes y un después?

Creo que el momento de la pandemia fue ese punto de inflexión. A mí me ha gustado la moda desde siempre, pero al ser profesora durante tantos años me conoce mucha gente. Eso en principio me frenaba para compartir contenido. Pero en la pandemia, con más tiempo libre y sin poder salir de casa, me lancé a compartir mis “looks”. Entonces me di cuenta de que las fotos que subía tenían repercusión e interacción. Incluso con pocos seguidores, ya me contactaban para hacer alguna colaboración. 

¿Cómo ha sido la evolución desde que abriste el perfil?

A mí me gusta estar al día, formarme y aprender. Por eso mientras algunos se lamentan de los cambios de Instagram, yo me lanzo a probar. Por ejemplo, con los vídeos cortos. Me gusta editar mis vídeos de manera dinámica y crear “reels” que a la gente le gusten. Alguno de mis vídeos se ha viralizado más y eso ha hecho que aumenten mucho mis seguidores. Pero para mí eso no es lo más importante.

¿Qué es lo que más valoras de este mundo de las redes?

A mí lo que me importa es tener una comunidad fiel, que es verdad que siempre está ahí. Ahora tengo casi 14.000 y ya me desborda porque no puedo estar pendiente de todos, que es algo que antes sí hacía y me encantaba poder prestarles atención. Intento hacerlo todavía, pero no se puede llegar a todo.

Me da la sensación de que te gustaría conocer a cada una de esas 13.800 personitas un poquito, saber quiénes son y ubicarlos.

No te puedes ni imaginar… Eso es algo que me preocupa. Porque me gusta estar en contacto con mis seguidoras. Y me sabe muy mal perderle la pista a personas con las que antes hablaba y manteníamos el contacto. Al principio incluso me fui a Barcelona a una reunión de “instagrammers” y allí conocí a mucha gente de toda España. Tengo amigas que he conocido a través de redes y eso me parece maravilloso. Es muy bonito poder compartir las mismas ilusiones, aficiones y por qué no, preocupaciones del día a día. Y hoy por hoy no he tenido ningún comentario demasiado hiriente ni retorcido, también por mi forma de gestionarlo y de responder.

¿Qué es para ti la moda? 

Para mí la moda es una forma de expresión. Es una manera de decir quién eres sin decir nada. A mí me gusta la moda que no pasa de moda. Es decir, “looks” que sean atemporales y que puedan servir para cualquier edad. Y siempre me gusta darle mi toque con los complementos o incluir alguna tendencia. También creo que he ido evolucionando y me he hecho un poco más atrevida en cuanto a mezcla de colores, tejidos, etc.

¿Cómo te describes?

Soy una mujer real, sencilla, que se cuida con deporte y alimentación, pero sin limitaciones extremas. Desde niña la constancia y la perseverancia han sido mis puntos fuertes. Me crezco con los desafíos. Y tengo mucho amor propio y capacidad de superación. Cuando algo quiero, voy a por ello, sin mirar el esfuerzo, las horas invertidas o el trabajo que pueda suponer. Y mis debilidades son la exigencia y el perfeccionismo, que pueden llegar a paralizarme. Pero al final te das cuenta de que las cosas sencillas son las que más gustan y que la perfección no existe. 

¿Cómo puedes influir tú a través de tu perfil? 

Pues esta es una ventana en la que das pie a que la gente se exprese y se muestre. A que la gente hable, tenga interacción y que no se aburra. Es una oportunidad que tengo yo para dedicarme a lo que me gusta. Me gusta estar activa y tener proyectos. Además, en esta nueva ventana se da visibilidad a la mujer real, a la segura de sí misma, sin importarle su físico, para poder mostrar su visión de la vida. Todas nos queremos sentir valoradas, escuchadas y por qué no, de cierta manera, queridas, con perfiles reales como el mío. Quiero hacer ver que después de cierta edad y en la jubilación se puede llevar una vida plena y activa.

¿Cuál es tu relación con Magazine? 

Empecé a seguir a Begoña en 2021 e interactuábamos bastante. Me envió un par de ejemplares a casa y me encantaron porque tienen una edición, una calidad de imagen impecable. Es muy bonita y también interesante. De hecho, publiqué un pequeño vídeo hablando de ellas. Meses más tarde, fui invitada para asistir a la fiesta de presentación del décimo aniversario. Y no me pudo hacer más ilusión. Me lo pasé genial, Begoña Campos me trató de maravilla y pude ver lo querida que es en Castelló. Y ahora que me haya propuesto formar parte de este número y que me hagáis esta entrevista… ¡todavía no me lo creo! Estoy muy emocionada.