Aunque te sientas más cómoda trabajando con determinados estilos, ¿te gusta jugar y que te pidan cosas diferentes?

Creo que a todos los profesionales de este sector nos gusta. A mi mucha gente me pregunta: “¿tú que estilo tienes?” y la verdad es que ninguno en concreto, me gusta el estilo que tenga cada cliente. A mi equipo se lo digo mucho: “quiero que captéis el estilo del cliente porque es lo esencial”. Paló es lo que me define a mí, me siento muy cómoda con eso, pero luego te piden algo fuera de tu estilo y evidentemente es un reto. Cuando te viene un proyecto diferente y divertido te lo pasas muy bien, porque creas cosas nuevas. Los proyectos más chulos son los de contract, porque ahí puedes tirar de imaginación, mientras que en una vivienda no tanto (habitualmente). 

Si hablamos de tendencias en interiorismo, ¿de qué estilo nos hablarías?

Un estilo que a mí ahora me gusta y que cada día está más a la moda es el Wabi-Sabi, colores neutros, tonos tierra, formas redondeadas, sin aristas, tonos suaves, maderas envejecidas, materiales naturales, juega con materiales reciclados… es como crear un ambiente muy natural. Es un poco el estilo que buscamos hoy en día en nuestras casas, buscamos esa sensación de calidez y está a la orden del día. 

¿Crees que se puede apostar por este estilo para tú casa y que dure a largo plazo? 

Es un estilo duradero. La base del Wabi-Sabi son básicos que nunca pasan de moda. Si yo me hiciera una casa, no la haría muy a la moda de ese momento, la haría neutra, porque tú no puedes estar reformando muy a amenudo, tienes que poner unos toquecitos de moda, de tendencia, pero que sean fáciles de cambiar y sobre una base más atemporal.

Háblanos un poco del equipo que te acompaña en Gemmaló…

Somos tres las que formamos Gemmaló. Me acompaña Arantxa, que se ocupa de los proyectos y elección de mobiliario; y Lupe, que atiende la tienda, pero también lleva el tema de pedidos, facturación, etc. Este equipo empezó como Paló, pero realmente ahora ya es todo Gemmaló. Ahora estamos en proceso de reestructuración, de liquidar todo lo que hay en la tienda y convertirla en un showroom y poder dedicarnos al interiorismo plenamente. Paló fue un concepto diferente para darse a conocer y tener una presencia distinta, ahora en el punto que estamos esto tiene menos sentido. Lo estamos enfocando más a un espacio donde diseñar los proyectos y que también puedan ver en directo el mobiliario que podemos introducir en los trabajos.

Podemos ver tres de vuestros últimos proyectos: Alessandor Maino, Biobela y Jimena Benicàssim, ¿qué destacarías de ellos?

El hándicap en los tres fueron las prisas, especialmente en Jimena. Cuando trabajas tan rápido son procesos muy intensos, pero la recompensa es increíble y muy gratificante. Cuando haces un local comercial es lo más normal, requieren rapidez para poder abrir cuanto antes. Es cierto que me gusta dedicarle un poco más de tiempo a cada diseño, pero a veces es imposible.

Podría haber salido mal ¿no?

Claro, tuvimos suerte y aun así salieron cosas mal, pero eso nadie lo sabe (ríe). Al final, tú conoces los fallos y piensas todo lo que mejorarías, pero la gente dice “WOW” porque ven el resultado final y lo valoran. Pero sí, con más calma todo se hace mejor, aunque siempre hay cosas que mejorar en cualquier proyecto. Cuando tienes poco tiempo todos están trabajando a la vez, hay momentos de caos, de estrés. Pero luego cuando se termina es todo es una sensación muy bonita y acabas contento. 

¡Seguro que luego recordáis anécdotas divertidas!

Y tanto… A veces cuando estás trabajando hay cosas que te hacen sufrir y luego nos reímos mucho al recordarlas. El problema vino, sobre todo, con la Jirafa, porque no llegaba después de un mes y medio, y pensábamos que nos habían estafado, llegamos incluso a llamar a la policía (ríe). Al final resulta que la jirafa y el transportista estaban un poco perdidos; pero llegó. El día que vimos aparecer el camión fue una fiesta. También en Jimena recuerdo estar haciendo nudos incluso los domingos con Arantxa y otra chica, creo que contamos alrededor de 1.000 nudos, con las manos peladas y quemándonos al sol… pero como todo, fue una experiencia, y me quedo con eso.

Cómo estamos de 10º Aniversario, queremos agradecer a todos los que habéis confiado en And durante todo este tiempo, y nos gustaría saber qué ha supuesto para ti formar parte de esta familia.  

La verdad es que todo el equipo sois geniales. And Magazine es una revista que aquí en Castelló se lee muchísimo, y a mí, personalmente, me ha ayudado mucho. Al ser de fuera, cuesta hacerse un hueco y formar parte de una revista como And te permite darte a conocer mejor. Además, en cuanto a experiencia es muy divertido, el día de las fotos, el de la fiesta… es todo positivo. Begoña Campos lo hace todo muy fácil y se lo agradezco mucho.