Entrevista con LBDLF

Los eventos corporativos están cobrando cada vez más importancia dentro del sector empresarial, no solo para mejorar la imagen de marca y generar nuevas oportunidades de negocio, sino para mejorar la relación con los clientes y los miembros del equipo. Para asegurar la perfección, las empresas cuentan con el asesoramiento, preparación y ejecución de LBDLF Events. Cristina y Lorena son polivalentes, positivas, y perfeccionistas, perfectas para crear eventos que no pasan desapercibidos.

El sector de los eventos corporativos está en auge. ¿En qué consisten y cómo benefician a la imagen de una empresa?

Normalmente se denomina evento corporativo cuando la empresa invita a alguien externo a la entidad, pero realmente abarcan mucho más. Un evento puede ser una fiesta organizada para los propios trabajadores, o incluso una visita de sus clientes para ver las instalaciones. Sea como sea, dan prestigio, elevan el estatus de la marca y otorgan distinción por el simple hecho de destinar presupuesto a cuidar sus relaciones interpersonales.

El trabajo como organizadores de eventos es muy amplio. ¿Qué tipo de servicios habéis realizado hasta la fecha? 

Hasta ahora hemos trabajado en sector cerámico porque es el más cercano. También hemos colaborado con bodegas de vino porque necesitaban darse a conocer y no sabían cómo llevar a cabo una fiesta. Pero, generalmente, las empresas delegan la organización de eventos en su propio departamento de marketing o comunicación. Consideramos que, dependiendo del tamaño de este, el resultado puede no ser el esperado. Esas personas se encargan de muchas tareas a lo largo del año, y no tienen la experiencia ni le pueden dedicar el tiempo que le puede dedicar una empresa externa. Como consecuencia, se cometen muchos errores que se traducen en gasto económico para la empresa que se podría haber evitado y, al fin y al cabo, pueden ser del mismo calibre o superior que pagar a una empresa externa. 

¿Qué importancia le dais al trabajo previo al evento?

Es muy importante, pero lo principal es tener experiencia. Con los años vas aprendiendo de los errores e intentas minimizar al máximo los imprevistos. Pero, cuando estos llegan, hay que ser resolutivos y tener una capacidad rápida de reacción, y eso solo te lo puede ofrecer alguien especializado. Una empresa es como un panal de abejas, y si no tienes en cuenta a todas las casillas que la engloban, la estructura se rompe. Hay que tener en cuenta el producto, el equipo comercial, el perfil de los clientes… Nosotras llevamos la organización del evento de manera íntegra: preparación, ejecución y decoración. Pero muchas veces las empresas consideran que lo más importante es el escaparate, sin darse cuenta de que todo lo que hay detrás se tiene que engranar para que tenga sentido, y se transmita el mismo mensaje de manera interna y externa.

¿Cuál diríais que es vuestro sello distintivo?

Lo que nos hace distintas es que tenemos diez años de experiencia. Al final, detrás de todo evento siempre hay un cliente que quiere que todo salga perfecto. Y, para nosotras, la perfección se consigue con dos claves:  anticiparse a los problemas, y ser resolutivo y rápido cuando estos surjan. Porque siempre hay algo que no depende de ti, y enfrentarlo de manera positiva y calmada ayuda a encontrar el camino más corto para que la solución sea efectiva.

Para realizar eventos de gran envergadura, es necesario rodearse de un buen equipo humano. 

Siempre buscamos rodearnos de gente competitiva con el mismo entusiasmo que nosotras. Es importante tener en cuenta que estamos trabajando con personas, y para ellos es un evento único. El error que se cometa y no se solucione se quedará grabado en el recuerdo, y somos conscientes de que detrás hay una carga económica fuerte. Nuestro equipo se rige por los mismos valores que nosotras: positivos, perfeccionistas y proactivos. Si se detecta un fallo, no se puede dejar pasar, se debe resolver de la manera más positiva. Y esto no lo aplicamos solo a nuestro equipo, los proveedores tienen que tener la misma actitud. Es difícil que trabajemos con un alguien que no se involucre al máximo. Queremos a gente que, aunque haya acabado su servicio o horario, estén dispuestos a quedarse si hay cosas pendientes, porque empatizan con el cliente. 

Estáis en constante evolución, y abiertos a nuevos retos. ¿Qué es lo último que nos podéis contar?

Siempre estamos abiertas a nuevos retos. Subir escalones y marcarnos objetivos es algo que nos apasiona. Somos muy inquietas, y tenemos siempre proyectos en mente. Y aunque nos centramos en el corto plazo, y en resolver los trabajos del día a día, la mirada siempre está dirigida hacia un proyecto mayor, del que no podemos hablar, pero al cual siempre le dedicamos un poquito de tiempo. Somos como hormiguitas, almacenando y recogiendo para hacer que todo eso que tenemos en mente sea viable en algún momento. Siempre sacamos algo de jugo a todo lo que hacemos día a día para estar cada vez más cerca. 

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