Entrevista con MARIAN SACO

Marián Saco es una apasionada del mundo de la comunicación y del arte. Desde muy pequeña, ya tenía la capacidad de comunicar. A medida que fue creciendo, esa habilidad para contar le llevó a la necesidad de expresarse a través de la palabra e incluso de cualquier otra disciplina artística, como la pintura y la escultura. Desde entonces, los dos ámbitos se fusionaron creando “la esencia de la persona que es hoy”.

¿Cuál es tu trayectoria profesional? 

Estudié magisterio y me formé en arte y en comunicación. Mi primer trabajo, del que guardo un cariñoso recuerdo, fue como maestra en mi colegio de Córdoba, La Salle. Aquella etapa me conformó como persona e interioricé que en la educación está la verdad y la bondad y es lo único con lo que podemos crecer como sociedad, de ahí mi exposición “Creando sonrisas” y mi proyecto “Mi Primera Obra de Arte”, cuya finalidad es enseñar a valorar y respetar la expresión artística y su historia desde edad infantil. Al mismo tiempo, trabajaba como redactora en medios escritos y como presentadora/productora en televisión, en informativos y programas relacionados con la educación, el arte y el turismo. Mi destino profesional fue variando debido a la profesión de mi marido. Tuvimos que trasladarnos en numerosas ocasiones: Lugo, Ferrol, Cádiz, Vila-real… Dejar mi tierra, Córdoba, a mis padres y hermanos, el resto de la familia y amigos fue duro, pero me permitió abrirme a un mundo de oportunidades 

¿Cuándo y cómo decidís venir a Castellón? 

Mi marido, Miguel Ángel Tena, es almassorí. Debido a su profesión, hemos tenido la oportunidad de conocer lugares maravillosos. Hace unos años tuvo la posibilidad de volver a la que había sido su casa, el Villarreal CF, donde comenzó como entrenador. El mundo del fútbol no es sencillo, aún menos cuando ya tienes hijos. Van creciendo y comienzan a resistirse a los continuos cambios. Miguel tuvo dos años muy bonitos en los que ganó dos ligas con el juvenil e hizo historia trayendo a casa la primera Copa del Rey para el club. Como director de fútbol, el club ganó la UEFA y quedó semifinalista en Champions. Le iba cada vez mejor, sus responsabilidades ascendían y le era imposible viajar a casa. Siempre he tenido ordenadas mis prioridades. Mis hijos y nuestra familia son el motor de mi vida. La decisión de trasladarnos fue ineludible. 

¿Te ha costado adaptarte? ¿Qué es lo que más te ha gustado? 

Me encanta el mar, su clima mediterráneo, muy parecido al de mi tierra, salvando las distancias del calor y la humedad. Me gusta el olor a azahar de sus calles y de sus pueblos cuando empieza la primavera; y me gana la gran afición que hay al arte y la cultura. Castellón es cuna de grandes artistas. Es una tierra maravillosa de oportunidades. Su impresionante tejido empresarial e industrial en la capital y en las localidades aledañas como Almassora, lugar en el que vivo. Poner mi estudio de arte aquí me ha permitido conocer a su gente, a través de la que me he sentido cariñosamente acogida desde el principio. 

Actualmente trabajas en el Ayuntamiento de Almassora, ¿cuál es tu función? 

Trabajo en el departamento de Comunicación. Realizo el análisis de prensa, la estrategia de comunicación en redes sociales y el contenido audiovisual. Además, soy asesora de las concejalías de Cultura, Educación y Turismo, lo que me permite apoyar la agenda cultural y artística anual, el comisariado de exposiciones y la intervención en la estrategia de promoción turística de municipio junto al resto de personal que forman las concejalías. 

El mundo de la comunicación te apasiona. ¿Qué te aporta este sector? 

Comunicar significa compartir, poner en común, hacer llegar y siempre buscando el código común de entendimiento. Son aspectos básicos para una vida en sociedad. Creo en el periodismo de soluciones, aquel que busca solventar situaciones de forma seria, objetiva, positiva y operativa. Huyo del sensacionalismo. No me vale, no me sirve para lo que quiero conseguir. Hay otras formas mejores de mover las conciencias, como por ejemplo el arte y la literatura. 

¿Con qué Marián te quedas, con la escritora, o con la artista? 

Ambas. Es imposible separar el corazón del cuerpo y que tu alma siga viva. Cada persona hemos venido a este mundo con unas capacidades asombrosas. Una de las asignaturas pendientes de la educación actual es reconocer en el niño, desde edad temprana, cuáles son sus verdaderos talentos, para lo que la mente y el cuerpo han venido preparados a la vida, que siempre serán otras capacidades distintas a las que ha traído su compañero de pupitre. No podemos encorsetar a los niños en un mismo patrón y contenidos de aprendizaje. No es bueno para ellos ni útil para la sociedad. Estamos sufriendo un coste de oportunidad enorme. En mi caso, vine preparada para comunicar a través de un lenguaje que se transforma en palabra escrita o en imagen en función de qué y a quién desee comunicar y cuya esencia intencional siempre será mover en positivo la conciencia y en el corazón de las personas. 

¿Cómo describirías tu obra? 

Descriptiva, significativa, profunda y contemporánea. Aunque trabajo también el figurativo, mis pinitos en la cerámica en el estudio de la artista cordobesa Antonia Pérez Pastor me permitieron conocer y trabajar con el barro y las texturas. Me enamoré, y desde ahí, el abstracto me concede un sinfín de posibilidades. 

¿Cuáles son tus proyectos más inmediatos? 

Me encantaría que MarianSacoArtStudio siga creciendo y, desde mi formación y experiencia, humildemente, pueda seguir aportando en positivo. Me gustaría que mi libro vea la luz a finales de este año, junto a las dos exposiciones que tengo cerradas esta temporada: en octubre en la Sala Espai Mercat de Almassora y en noviembre, en la sala LittleMoma de COMPLOT en Córdoba.