Entrevista con Mario Salafranca (Wedding Expert)

El joven diseñador Mario Salafranca es ya un asiduo en nuestras páginas. Esta vez, lo hace para hablarnos de su experiencia en la MFW de Valencia, en la que presentó su colección Vorágine, una oda al color en toda su paleta cromática. Vimos deconstrucciones, asimetrías, volúmenes y plumas. ¿Arriesgado? Quizás, pero en esta entrevista nos explica el por qué.

Recientemente has presentado Vorágine, tu nueva colección de alta costura en la Mediterránea Fashion Week de Valencia. ¿Cómo ha sido la experiencia?

Formar parte de la Mediterránea Fashion Week ha sido impresionante, para repetir. Es increíble el nivel de cuidado que se percibe en todos los sentidos, tanto en la organización, el personal y el trato que hemos recibido. Desde el momento en que llegamos al hotel Only You, donde se celebró el desfile, nos trataron genial tanto a mi equipo como a mí, y nos hicieron sentirnos como una estrella. Además, el evento ha tenido mucha repercusión en redes sociales, y hemos visto un incremento en el número de seguidores. Ese día y los siguientes nos mencionaron en muchas publicaciones, en historias, y mucha gente nos ha contactado para darnos la enhorabuena. Por ello te diría que, profesionalmente, es una de las mejores experiencias de mi vida.

¿Qué supone para ti haber cerrado el desfile con la actriz Mónica Cruz?

Cuando ya ha pasado todo te das cuenta de hasta dónde estás llegando y lo que estás consiguiendo. En mi caso, me siento muy orgulloso. Al fin y al cabo, con 27 años, y llevando solo cuatro con el atelier, poder trabajar con una actriz de su envergadura es todo un hito. Hemos invertido mucho tiempo y esfuerzo en esto, y hemos trabajado porque la prensa se hiciera eco. El resultado ha sido excelente mediáticamente hablando, y ha llamado mucho la atención. ¿Qué es lo que caracteriza a esta nueva colección? ¿Qué retos te has encontrado en el camino?

Como su propio nombre indica, esta colección es una explosión de color y sentimientos. Queríamos salir de lo habitual, olvidarnos de esos diseños más comerciales que habitualmente estamos acostumbrados a confeccionar para las clientas, y explorar esa parte más creativa sin importarnos si se lo pondrán o no. Nos centramos en realizar un espectáculo, hacer moda, crear arte, y todo ello representarlo en las prendas, que es lo que mejor sabemos hacer. Respecto a los retos, yo mismo soy el que me los defino. En este caso, ha sido el de investigar el material y sacarles el máximo partido a las plumas, uno de los elementos predominantes, para ver en qué nuevos formatos podemos trabajarlas, siempre con el fin de alejarnos de lo común. Hemos realizado mucho análisis del patronaje, los despieces, el movimiento… Pero, sobre todo, hemos creado algo sin la expectativa de que la clienta se lo pueda poner tal cual, sino que sea pura inspiración.

En el desfile pudimos ver tres diseños de vestidos novia muy diferentes entre sí. ¿Cómo los describirías?

Los vestidos que visteis en la pasarela no los creamos pensando en un vestido de novia, sino simplemente como un vestido blanco, un color más dentro de la paleta de color. Si bien es cierto que se asocia el blanco a la novia, son vestidos pensados para que puedan ser usados en una fiesta o un superevento. Son diseños potentes, llamativos, especiales, con mucho movimiento y fuerza, y pensados para personas con carácter. Si lo tuviera que enfocar a una novia, lo veo como un vestido secundario, para las que prefieren cambiarse antes de la fiesta. Lo que queríamos era incluir el blanco como un color más dentro de la colección, y que tuviera sentido en cuanto a movimiento, volúmenes, fluidez de tejidos, transparencias, etc. Más adelante sí que nos gustaría trabajar en una minicolección cápsula de trajes de novia para la temporada 2024-25.

¿Qué es lo que hace que tu firma esté tan bien valorada en el sector nupcial?

Un diseñador se diferencia cuando hace las cosas con mimo y delicadeza. Hay una frase que yo repito mucho siempre: “Aquí el traje no te elige a ti, tú eliges como quieres el traje”. Eso, al fin y al cabo, es lo que diferencia a las grandes firmas, que crean una colección y tienes que adaptarte a su propuesta, del concepto que nosotros proponemos.  Trabajamos para crear una novia diferente, con personalidad. Normalmente, son personas que no se encuentran en estas firmas grandes, y acuden a nosotros para que le demos ese toque que las haga sentirse únicas y auténticas. Sí que es verdad que aún tenemos mucho camino por recorrer, y nuestra meta es lograr ese reconocimiento que nos posicione como “una novia de Mario Salafranca”, pero eso se consigue con los años. 

¿Tienes algún proyecto de futuro del que nos puedas hablar?

Nuestro único proyecto a día de hoy es crecer, mejorar y superarnos. El año que viene volveremos a estar en la “fashion week”, así que trabajaremos para ofrecer a los asistentes una moda diferente, mejor que la de este año. Respecto al atelier, seguimos trabajando con novias e invitadas, pero sí que queremos potenciar la moda masculina. Es un campo que tenemos pendiente y, aunque ya hemos realizado algún diseño, queremos adentrarnos en el precioso mundo de la sastrería. Nuestra meta como firma es que se nos valore por la calidad de los tejidos y las prendas, pero, sobre todo, por tener un diseño diferente y único que se desmarque de la confección más tradicional.

Mario Salafranca