Entrevista con Pablo Hernández

Tras toda una vida dedicada al club de sus sueños, Pablo Hernández ha decidido retirarse del fútbol como jugador profesional, pero no del CD Castellón. En esta nueva etapa de su vida trabaja como embajador y asesor del club, aportando toda su experiencia con una única misión: devolver al equipo al fútbol profesional. Como buen apasionado de este deporte, no podía dejar de jugar tan fácilmente. Es por ello que, paralelamente, compite en el club Porcinos CF de la Kings League.  

Después de una larga carrera en el fútbol y más de 600 partidos jugados, ¿en qué momento decides que es la hora de retirarse del campo?

Es una decisión difícil, pero al final uno va cumpliendo años y quieres pasar más tiempo con los niños y la familia. Después de dos años en el CD Castellón, y tras haber vivido una temporada dura al quedarnos a las puertas de subir a segunda división, junto a mi familia decidí que era el momento de retirarme. Aunque me sentía físicamente capacitado para seguir al menos otro año, mentalmente yo creo que también estaba un poco saturado, y decidí que era el momento oportuno. 

Te retiraste del fútbol profesional en el CD Castellón. ¿Qué papel ejerces ahora en este club? ¿Por qué decidiste seguir vinculado al equipo?

Al retirarme, el club me ofreció trabajar con ellos y seguir vinculado de otra manera. En este caso me ofrecieron ser embajador y asesor del CD Castellón. Para mí, que soy de aquí, y es el club de mi vida, el poder ayudarles a seguir creciendo me entusiasmó, y decidí aceptar. Ahora trabajo para poder aportar mi granito de arena desde otra faceta para que el club vuelva al fútbol profesional, que es donde se merece estar. La verdad es que es un orgullo poder seguir vinculado a este club que significa tanto para mí, e intentar ayudarles desde otra área.

Paralelamente, formas parte de la Kings League. ¿Qué pensaste cuando lo escuchaste por primera vez? ¿Cómo surgió la idea de jugar en esta liga? 

Más que nada la conocí por mi hijo mayor, que conoce a todos los “youtubers”. Cuando empezó hablé con Joan Capdevila, que jugaba en esta liga, y me consiguió unas entradas para ir a verlo con mi hijo. Desde el primer momento me pareció divertida y me llamó la atención. A partir de aquello empecé a hablar con algunos de los presidentes de los equipos, y una vez me retiré, Spursito contactó conmigo y enseguida empecé a jugar con ellos. Para mí, ha sido una experiencia muy positiva, y espero seguir divirtiéndome. Es algo que me sirve para mantener ese gusanillo de competir. Es verdad que es un fútbol diferente, con reglas diferentes, pero al fin y al cabo es fútbol y es competir, que es lo que más miedo me daba a mi cuando me retirara, el echarlo de menos. Ahora que he cambiado de equipo espero seguir pasándolo bien, ofreciendo todo lo que sé, y ojalá en algún momento ganar. Pero, sobre todo, quiero que mis hijos lo disfruten, que son los que más lo viven.

Actualmente combinas tu papel como embajador y asesor del club castellonense con el de jugador de la Kings League. ¿Además de estos, tienes nuevos proyecto o nuevas metas en mente?

De momento estoy compaginando la Kings League, con mi nuevo equipo el Porcinos FC, y mi trabajo en el CD Castellón, ayudando al club en los entrenamientos con el cuerpo técnico. A corto plazo esta es mi idea, pero sí que es verdad que a medio o largo plazo tengo otras cosas en mente, como ser entrenador. Tal vez el año que viene valore si empezar a tomar ese camino. Tengo en mente probar a entrenar, ver si me gusta y se me da bien, y a partir de ahí, intentar desarrollar mi carrera como entrenador. De momento sigo formándome para ello. Tengo los dos primeros niveles de la titulación, y me falta el tercero, que espero poder sacarlo este año, y así estar preparado para cuando tome la decisión de dar el salto a los banquillos.