Entrevista con Enrico Grossi

Entrevista con
Enrico Grossi
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Enrico Grossi ha construido un humilde camino trabajando desde muy joven hasta convertirse en un referente en el mundo de la hostelería en nuestra provincia. Aunque su trayectoria ha pasado por altibajos, su constancia y el apoyo de su familia y amigos, le han puesto al frente del Solé Rototom Reggae Beach y otros doce festivales y eventos en España. Ahora, más de 10 años después, Enrico apuesta por un nuevo formato y abre las puertas de Solé City en el corazón de Castellón.

¿Cómo empezaste en el sector de la hostelería? 

Empecé a trabajar en el mundo de la noche a los 14 años, limpiando los baños de una discoteca italiana llamada Rototom, un club de rock que durante el verano organizaba un pequeño festival de reggae. A los 18 años, estuve viviendo y trabajando varios meses en Barcelona, Portugal y Londres. Me dediqué a la hostelería en importantes locales y aprendí muchísimo. En un año y medio, llegué a cubrir el puesto de “bar manager” en uno de los mejores restaurantes de la ciudad, hasta que un problema familiar me trajo de vuelta a Italia. Allí, gracias a la experiencia adquirida en Londres, empecé a trabajar en varios locales de mucho renombre en mi tierra y volví a trabajar en el que antes era un pequeño festival reggae y, en aquel momento, ya se había transformado en un festival de nivel europeo. La enorme amistad con los organizadores y mi experiencia, me pusieron al mando del catering de los músicos y de la barra principal.

¿Cuándo decidiste emprender con un negocio propio?

Fue en el 2007, tras el nacimiento de mi primera hija, cuando empecé a emprender y abrí mi primer restaurante. Las cosas no fueron bien, aprendí enseguida todo lo que no se tiene que hacer cuando se abre un restaurante. Al año, tuve que cerrar con muchas deudas y un nuevo hijo en camino. Fueron momentos muy duros, pero pude contar con el apoyo de mis amigos de siempre (los del Rototom) y el de una empresa de catering que me ofreció la posibilidad de volver a trabajar con ellos. 

¿Cómo conseguiste reponerte a estos obstáculos?

No me di por vencido. Mi mujer, Maffy, se quedó a mi lado también y, gracias al apoyo de todos ellos, pagué mi deuda y volví a intentarlo. El trabajo duro y la fuerte implicación me trajeron al mando del departamento catering de una de las principales empresas Italia. Mientras, seguía trabajando en el Rototom Sunsplash en verano. Cuando finalmente el Rototom se mudó a España, me ofrecieron la posibilidad de intentar nuevamente la carrera empresarial y me propusieron mudarme en búsqueda de un local que pudiera dirigir. Finalmente, dos años después, vio la luz el primer Solé Art Beach que, en el 2015, se transformó en Solé Rototom Reggae Beach. 

¿Cuál es tu situación empresarial actual?

Hoy en día, llevo la dirección del 90% de las barras del festival, el catering de cinco escenarios, el comedor de los trabajadores, trabajo también en la sección de marketing de proveedores y, aparte, llevo la dirección de barras otros doce festivales y eventos en España, alcanzando el medio millón de clientes atendidos, sin contar los locales. Solé Rototom Reggae Beach este año celebra 11 años de trayectoria y, para celebrarlo,  apostamos por un nuevo formato: Solé City, en el corazón de Castellón. Todo esto gracias a la tenacidad de mi mujer, que lleva la administración de todo, de Estela, Billy, Rebecca y el resto del equipo fantástico que me acompaña diariamente en todas las aventuras. Y, sobre todo, agradezco el infinito apoyo de mis amigos de siempre, del Rototom Sunsplash, y las enseñanzas de la Gastronómica Friulana, la empresa de catering donde aprendí todo lo que sé.

¿Cuándo y por qué decides emprender con Solé City?

Decidimos apostar por el espacio, porque necesitábamos dar estabilidad laboral al equipo y, sobre todo, necesitábamos un “gimnasio” donde los trabajadores de verano pudieran formarse. La temporada era muy corta y el trabajo no era atractivo para los perfiles que nos interesaban si se les ofrecía escasos 4/5 meses de trabajo. Pero no queríamos un local convencional, necesitábamos aire libre, espacios abiertos y la cercanía a la ciudad. La ocasión se presentó y nos tiramos a la piscina.

¿Qué te aporta contar con el respaldo de una marca como Solé, que ya cuenta con un reconocimiento en nuestra ciudad? Incluso habéis adaptado el mismo nombre.

Creamos la marca Solé en 2014, como apuesta. Nadie en aquellos años se podía imaginar el alcance de aquel chiringuito, que en 11 años ha logrado entrar en el corazón de muchos castellonenses. Año tras año hemos seguido innovando y buscando profesionalizarnos, hasta el punto de ser referentes para el ocio playero en la provincia. Hoy en día disponemos de dos certificaciones muy importantes: una del Sicted de “destino de calidad turística” y una del ICTE de “Sostenibilidad turística”, a parte se nos reconoce a nivel nacional el trabajo hecho respeto a la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual, siendo embajadores del proyecto europeo OMO (on my own Work). Todo este esfuerzo no podía reducirse a los meses de verano, además de la gran incertidumbre que generan las licitaciones a corto plazo de los últimos años para conseguir el espacio en playa… Por estas razones fuimos buscando una solución a largo plazo, y con una cierta estabilidad. Casi sin buscarla, se nos presentó la ocasión de este espacio, en el que vimos la posibilidad de aprovechar nuestros recursos e ideas. La decisión de mantener el nombre fue porque decidimos seguir la filosofía de la empresa original, manteniendo las mismas líneas de bar y servicio creando una especie de “hermano mayor”. A nivel marketing era bastante lógico aprovechar el tirón del nombre Solé. Además, la ética en las compras, la atención medioambiental, la tolerancia y respeto (no solo hacia nuestros clientes, sino también hacia los vecinos) o la calidad en el servicio son solo algunos de los retos que nos propusimos para seguir manteniendo la marca en los niveles alcanzados hasta la fecha. 

¿Qué vamos a encontrar en Solé City? ¿En qué se va a diferenciar de Solé Playa?

Lo principal es que Solé City tiene el ambicioso proyecto de trasformar este espacio, más que en un local, en una plaza. Aquí nos encontramos en un contexto más urbano y menos natural, y esto cambia muchas dinámicas. En Solé Beach mucho mérito lo tiene el entorno: sol, mar y playa enmarcan ese pequeño oasis de servicio, que pretendía ser un escaparate del Festival Reggae más grande de Europa, y la banda sonora no podía ser otra que la música Reggae 100 %. Aquí decidimos abrirnos a nuevos estilos musicales y centrarnos en la creación de un ambiente con diferentes matices. Siendo el
Rototom Sunsplash nuestro “partner” en el Beach, seguimos la apuesta en este local, esta vez dando espacio a aquellas realidades que no tenían cabida por su estructura, y decidimos trasladarlas a este local, como escaparate de aquellas artes que caracterizan otras áreas del festival más debajo de los escenarios. Cambiamos radicalmente la decoración, y donde en el Beach creamos árboles y plantas con toque caribeño, aquí reproducimos el
rbyline de una ciudad fantástica. Palacios y edificios con colores cálidos, jugando con el estilo naif, creamos personajes de fantasía como el hombre forzudo y la pirata urbana, pusimos un puente con coches y camiones, y un divertido rocódromo para niños. La increíble fantasía de nuestro decorador Sylvain Decavel (el mismo escenógrafo del Rototom Sunsplash, y creador de la estética de Solé Rototom reggae Beach) encontró entre estos contenedores espacio para crear, y de verdad que el resultado nos ha dejado a todos boquiabiertos. 

¿Cuál es vuestra apuesta gastronómica en este proyecto?

En este proyecto tan grande, necesitábamos un “loco” a la altura, para poder llevar a cabo el desafío de llevar la cocina de una “plaza”. Fue entonces, que un poco por circunstancias, y mucho por confianza mutua, nos cruzamos con Iñaki Tobar, al cual confiamos las riendas de la cocina. Desde el principio tuvimos la clara idea de crear un producto popular de calidad, que tuviera un precio competitivo sin perder la originalidad. Empezamos en Magdalena, proponiendo los almuerzos con productos típicos y el toque de originalidad que Iñaki posee, ampliando la carta de las comidas y cenas con productos sencillos, pero de calidad. Fue el propio público quien nos indicó el camino: nos pedían mantener algunos de los platos o un menú para niños y, así, fuimos poco a poco generando una carta a medida, pero aún nos faltaba un producto estrella… Finalmente nos decidimos por la reina de las comidas populares y apostamos por el pollo picantón a l’ast, acompañado por nuestras patatas fritas artesanas y las croquetas “Vicio de croquetas” (marca propia de Iñaki Tobar). Son productos sencillos, que gusten tanto a los adultos como a los niños, que no tengan un precio excesivo. Iñaki, que es un cocinero de enorme experiencia, en nuestra carta ha podido democratizar la cocina de autor, regalando notas originales a platos sencillos y no podemos estar más satisfechos de la labor hecha.

Además de la oferta gastronómica, Solé City se caracteriza por ser un espacio abierto a actividades y ocio, ¿qué estáis organizando? 

Crear plaza significa generar punto de encuentro, de intercambio, básicamente un sitio donde suceden cosas, donde la gente puede conversar y los niños pueden
corretear, y todos lo sientan un poco suyo. No podía faltar un mercado como cada plaza que se precie, por esto empezamos con los “markets” de los sábados; fue tanto el éxito, que acabamos ampliándolos a los domingos. El hecho de no poder apostar solo por la música nos hizo pensar en alternativas e incorporamos a los artistas callejeros y los malabaristas, por esto las artes circenses fueron otra de las apuestas del City. También hemos querido crear un espacio seguro para los niños, donde pudieran corretear, socializar y divertirse mientras los padres podían hacer los mismo con sus amigos, por esto creamos un espacio divertido para ellos, con nuestro toque original. El tiempo y el público nos marcaran el camino, y poco a poco iremos generando contenidos y actividades que puedan sorprender y entusiasmar el público.

¿Cómo os gustaría que la gente os describiera?

¡Amables! Siempre hemos tenido bien claro que sin nuestro público no seríamos nada, y siempre le hemos dado el protagonismo en nuestros locales. Nuestro principal objetivo es que la gente se sienta bien y en casa, y por esto la amabilidad de nuestros trabajadores es una nota distintiva de todos nuestros locales. Nos encanta que nos reconozcan la labor hecha por las certificaciones alcanzadas, y la continua búsqueda de profesionalidad en el sector, pero lo que más nos gusta es ver a la gente salir sonriendo, y por supuesto verla volver. 

¿Qué ha supuesto para vosotros celebrar en Solé City la fiesta de presentación de And Magazine 23?

En primer lugar, nos enorgullece que una revista de este calibre escoja nuestro local como plataforma de lanzamiento y visibilidad. Por otra parte, es para nosotros una gran oportunidad para darnos a conocer al público de And Magazine proponiéndonos como local para este tipo de celebraciones y actos. En Solé Beach seria muy complejo hacer una celebración de este tipo, por eso aprovechando el enorme espacio de Solé City apostamos por el evento. Así podemos por fin demostrar que estamos a la altura de las expectativas del público de And Magazine, que supone un reto importante, y sin lugar a duda, nos encantan los retos.

Solé City

C / Carlos Fabra Andres, 4, Castelló
685 37 22 10
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