Entrevista con SHEILA PICHER

Entrevista con
Sheila Picher

Conocer nuestra colorimetría y morfología es perfecto para esos días en los que no hemos tenido tiempo de pensar en lo que nos vamos a poner, y solo abrir el armario encontramos prendas que nos favorecen de forma natural. Para ello, la asesora de imagen Sheila Picher lleva casi diez años formándose y formando a todas esas personas que necesitan ayuda para encontrar el estilo que les hace brillar con luz propia.

¿Cuál ha sido tu trayectoria hasta ahora?

A veces pienso que he llegado al mundo de la moda por casualidad, otras, porque era mi destino. De hecho, mi formación inicial no tenía nada que ver con esto, pues empecé estudiando medicina. Pero, como la vida a veces tiene otros planes para nosotros, tras varios años dejé la carrera, y al tiempo surgió la oportunidad de empezar en Ohlalà!, la tienda de ropa que tengo actualmente. Después de varios años trabajando, me formé en la escuela ELLE Education como Asesora de Imagen y Personal Shopper, y seguidamente me especialicé en colorimetría a través de AICI (Associaton of Image Consultants International). Actualmente sigo formándome a través de ELLE y la Universidad Complutense de Madrid con el diploma de Visual Merchandaising y Estilismo.

¿Por qué decides especializarte en tu perfil como asesora de imagen? ¿Cuál ha sido tu relación con la moda y el estilismo hasta ahora?

Después de tantos años de experiencia tratando con clientas y escuchando cuáles eran sus mayores preocupaciones, entendí que debía dar un paso más y formarme profesionalmente para ofrecerles el mejor servicio posible y darles soluciones reales. Me encanta la moda, disfruto con el talento de los grandes diseñadores, me emociona ver las colecciones, tocar un tejido especial… pero, como dijo Marc Jacobs: “La moda no significa nada hasta que alguien vive en ella”, y esa es la premisa principal en mi trabajo. Lo único que me importa de verdad es la persona con la que estoy trabajando. La ropa solo es el vehículo para darle la seguridad o confianza, y que no tenga miedo de salir al mundo a enseñarle quién es y todo lo que tiene que ofrecer. 

¿Cómo combinas tu trabajo en la tienda Ohlalà! con esta nueva faceta profesional?

Pues como todos, haciendo malabares a veces. La suerte es que son dos facetas de mi vida que están muy relacionadas entre sí y la tienda sirve como espacio físico para realizar las primeras fases de la asesoría. También ofrezco mis servicios 100 % “online” si el cliente lo precisa, lo cual me facilita bastante la organización en el día a día. Y, por supuesto, tengo la ayuda inestimable de mi compañera Cristina, que está al frente de la tienda física cuando yo no estoy, aunque me encanta atender personalmente a mis clientas, es donde más aprendo.

¿Cuáles son los principales servicios que ofreces?

Me gusta comparar la asesoría con una escalera, en la que vas ascendiendo escalón por escalón hasta llegar a la altura que quieras. El primer paso es el más básico, en el que se determinan elementos esenciales como los colores que más favorecen al cliente y las formas y patrones más adecuados para su morfología corporal. Tras esta fase se entrega un informe muy completo, con información que le servirá de por vida al cliente y que podrá usar en cualquier momento. Una vez tenemos esto claro, se puede pasar al segundo escalón, que es el más heterogéneo, pues las necesidades de cada cliente son diferentes. A veces necesitan hacer un “detox closet” porque su estilo de vida ha cambiado, o quieren hacerse un fondo de armario básico porque tienen determinado trabajo, o buscan una asesoría para una ocasión especial. ¡Cualquier situación que se os ocurra!

¿Y cuál sería el tercer escalón?

Una vez que sabemos qué ropa se necesita y cuál es la más adecuada para ese cliente, entramos en la función propia de “personal shopper”. Aunque existe la opción de acompañar al cliente de compras como se ha hecho siempre, últimamente se está demandando más hacerlo de forma “online”. En este caso, preparo un “lookbook” personalizado, en el que detallo, tras haber consensuado el presupuesto, el estilo del cliente y sus necesidades, qué prendas puede ir adquiriendo, tiendas concretas, referencias, tallas… De este modo es mucho más práctico para el cliente, que puede ir haciéndose con las prendas según las vaya necesitando.

¿Cómo se encuentra el estilo perfecto para una persona? 

Escuchándola. Creo que el mayor error de una asesora de imagen o de una estilista es querer imponer una tendencia o su propio estilo, algo que, por desgracia, es bastante habitual. Lo único que tienes que hacer es dejar hablar a la persona que tienes delante, que confíe en ti y que se sienta escuchada de verdad. Y ahí es cuando profesionalmente tú captas qué es lo que necesita y entras a “hacer magia” para ayudarla a que sea su mejor versión, no la de nadie más.

Dices que quieres desmitificar estos servicios como algo inalcanzable. ¿La asesoría de imagen o contar con un profesional de estilismo es algo que podamos aplicar cualquiera en nuestro día a día?

No es que se pueda aplicar a nuestro día a día… ¡es que lo es! Tenemos interiorizada la imagen del famoso con su estilista, su asesor, su maquillador y todo un desfile de profesionales para que se vean perfectos. Pero la asesoría de imagen va más allá. Se trata, justamente, de aprender a conocernos, de averiguar qué nos sienta mejor de forma natural, cómo resaltar lo que más nos gusta, y aplicarlo día a día sin apenas esfuerzo. Soy una convencida de que el estilismo es para todos nosotros, los que nos levantamos cada día y queremos dar nuestra mejor versión al mundo, y eso es justo en lo que yo te puedo ayudar. 

sheilapicher.es

 

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