JESSICA ARQUES (Wedding Experts)

Detrás de Jessica Arques hay una persona enamorada de su profesión. Siempre define su trabajo como “mucho más que maquillaje”, y así lo demuestra con cada una de las novias que confían en su profesionalidad a la hora de realizar el maquillaje de la boda. Jessica es de trato cercano, resolutiva y dispuesta a lo que haga falta para darle a la novia el protagonismo que merece.

En tus redes sociales se puede observar tu nivel de implicación con las novias, lo que se podría decir que es tu seña de identidad. ¿Por qué es tan importante para ti involucrarte en ese día en todos los sentidos, y no solo a la hora del maquillaje?

Cuando empecé a maquillar a novias me di cuenta de que se le daba mucha importancia a la boda, pero la novia muchas veces no se sentía especial. También me di cuenta con los años que todas iban perdidas. A nadie se le explica por dónde empezar los cuidados, qué tratamientos son mejores, ni qué hacer ese día. La novia llegaba a las casas o masías y era un caos: familiares nerviosos, nada organizado, nada preparado como toca. Me percaté de que se le daba mucha importancia a la organización del evento en sí, pero no a los preparativos previos. Empecé entonces a diseñar el servicio en torno a la idea de que la novia tiene que sentirse especial desde el momento que decide casarse hasta que da el “sí quiero”, y mi trabajo es entenderla y guiarla para ofrecerle lo que busca en su gran día. Pero también quería que el servicio de novia fuera una experiencia 360º. Para que todo salga bien y que eso se refleje en el resultado de mi maquillaje, los meses previos son fundamentales y la organización de los preparativos, imprescindible. Al final, no sé hacer las cosas a medias y me involucro al 100% en todo lo que hago en mi vida, por lo que no puedo entender otra forma atender, cuidar, mimar y maquillar a mis novias. Implicarme de esa forma en ellas y en su día me hace feliz y me siento muy afortunada de poder realizar el maquillaje más importante que van a llevar en su vida.

Tu trabajo depende de tu disponibilidad, pues, al fin y al cabo, eres tú la que realiza el maquillaje. ¿Cómo haces para organizarte y alcanzar el volumen de trabajo que tienes a día de hoy?

He llegado a este nivel de trabajo con constancia, exigencia y siendo muy meticulosa a la hora de organizar mi agenda. Con las novias, mi previsión es a año vista, lo que me permite organizar los fines de semana y los servicios extra. Solo atiendo una novia en horario de mañana y otra en horario de tarde, con sus respectivas invitadas, que están limitadas a un número concreto. De esa forma, me aseguro un servicio impecable para cada una, y una experiencia de calidad. Prefiero realizar los maquillajes de forma correcta cumpliendo con las expectativas de mi cliente, a coger un volumen mayor que hiciera que el resultado se viera afectado.

¿Te resulta difícil dar con el maquillaje perfecto para cada persona?

La verdad es que no es algo que me resulte complicado, ya que con las preguntas adecuadas llego a los gustos y exigencias de mi cliente. Sin embargo, siempre siento un cierto nerviosismo hasta que se miran en el espejo y me dan el visto bueno del trabajo realizado. Con las visitas y reuniones previas establezco el perfil de mi novia, qué le encaja y qué no va con ella, para poder cumplir con sus expectativas. Para las invitadas que no realizan prueba es un poco más frío, pero, como he comentado, con las preguntas correctas se llega a entender qué quiere la persona para cada ocasión.

El día B está cargado de emociones, pero también de estrés e imprevistos. ¿Cómo haces para mantener la calma y transmitir esa paz a la novia?

Creo que aquí influye mi carácter y mi personalidad, aunque mi experiencia en otras facetas de mi profesión ha tenido mucho que ver. Trabajo desde hace años en un sector en el que el error no tiene cabida, porque no existen las segundas oportunidades. Siempre hay que contar con el factor imprevistos, y eso se lo explico a mis novias siempre. Mi trabajo consiste en calmar y acompañar, más allá de maquillar. ¿Que cómo lo hago? Pues poniendo todo mi empeño en tener controlado todo lo que depende de mí. Es decir, si mi trabajo está bajo control me es más fácil solventar imprevistos que puedan ocurrir.

Eres una auténtica enamorada de las bodas, pero, si tuvieras que elegir otra profesión, ¿cuál sería?

No trabajaría en el sector nupcial, porque no concibo trabajar en otra profesión que siendo maquilladora de novias. Respeto mucho el trabajo de mis compañeras “wedding planners” y me parece que hacen un trabajo maravilloso, pero no me llenaría tanto como lo hace el maquillaje. Si tuviera que dejarlo por el motivo que fuera, seguramente volvería a la alta perfumería, que es de donde vengo. Puede que me plantee en un futuro experimentar mi faceta como formadora, pero quién sabe, el tiempo lo dirá.

Jessica Arques
maquilladora profesional
@j_arques | 628 042 996