MARIÁN SOLÍS

Entrevista con
Marián Solís

Marián Solís había pasado toda su vida trabajando en un despacho, pero desde que decidió cambiar la pantalla por un lienzo y los números por colores, su carrera ha cambiado drásticamente. Siempre había mantenido su lado creativo como un hobby, pero en pleno confinamiento se lanzó a elaborar sus propios cuadros, algo que le apasiona y con lo que está teniendo muy buenas críticas.

¿Cuál ha sido tu trayectoria?

Realmente, llevo más de 20 años de experiencia en el sector de administración y gestión de empresas, sobre todo en los departamentos contable y financiero. Nunca estudié para ser artista ni tampoco había trabajado profesionalmente en la pintura o cualquier otro tipo de artes plásticas. Se podría decir que ahora empiezo una nueva etapa en mi trayectoria.

Llevas pocos meses pintando, ¿cómo decidiste dedicarte a la pintura? ¿Cómo ha sido el comienzo como artista?

Todo empezó porque a mí siempre me ha encantado crear, reciclar, decorar… Siempre he tenido muy buena mano con ello, y un día mi marido me dijo: “¿por qué no pruebas a pintar?”. Me encantó la idea y decidí probar. Así que empecé pintando láminas A3 con acuarelas y pintando rostros con carboncillo; todo esto en pleno confinamiento. Cuando por fin pude ir a comprar lienzos y materiales empecé a pintar lienzo de formato grande, que es lo que hago ahora. El comienzo ha sido muy bueno, la verdad, no esperaba que la gente reaccionara de esta forma tan positiva; de hecho, si he decidido a lanzarme en este mundo es porque todo el mundo me anima a ello y me insisten para que sobre todo no desista. 

¿Esperabas tan buena acogida de tu obra?

No, no… yo hice mi primera exposición en Navidades, un poco “en petit comité” para tantear el terreno, para ver si gustaba o no y la verdad es que fue asombroso, porque el resultado fue más que positivo.

¿Cómo definirías tu estilo? ¿Qué materiales utilizas?

Mi estilo es bastante moderno, sobre todo tengo muy en cuenta las nuevas propuestas en arquitectura e interiorismo. Me gusta mucho pintar realismo moderno, con toques abstractos o retro. Con lo que más cómoda me siento pintando es con la acuarela y la témpera, aunque de vez en cuanto también uso el acrílico y el carbón.

Eres autodidacta, ¿en qué te inspiras? ¿cómo es el proceso de creación?

Yo suelo investigar muchísimo antes de hacer un cuadro, y cuando encuentro la idea de lo que quiero, la inspiración viene sola. Cuando veo algo que encaja con lo que yo quiero crear, comienza la transformación de sombras, colores, fondos, tamaño, etc. lo que me va surgiendo.

¿En qué ámbito te gustaría trabajar para incluir tus obras?

Me gustaría mucho trabajar en el ámbito del interiorismo y la decoración, ya que un buen cuadro colocado en el lugar que le corresponde puede dar acabados muy especiales. Aunque me gusta pintar retratos personalizados, tengo que confesar que hacer este tipo de obras es todo un reto, ya que ahí no hay opción de fallar, cada persona tiene su esencia. Cuando entregas un retrato personalizado se mira hasta el mínimo detalle y esto requiere, aunque no lo parezca, muchísimas horas de trabajo. Con esto no quiero decir que con los otros tipos de cuadros no las inviertes, pero es diferente, trabajas con menos tensión. Aunque también es verdad que yo hasta que no veo el resultado que quiero no paro…

Tu primera colección, ‘Naturaleza salvaje”, gustó mucho… Ahora estás trabajando en tu próxima exposición, ¿qué nos puedes adelantar de ella?

Mi segunda colección se llama MUJERES DEL MUNDO, y creo que gustará, me he inspirado en mujeres muy distintas, de diferentes lugares del mundo, con sus diferentes culturas, mujeres fuertes, valientes, bellas, luchadoras, atrevidas… Siempre poniendo mi estilo moderno y atrevido, pero dejando muy claro que da igual de dónde proceda, el color de piel, etc. ninguna mujer es más que otra, cada una tiene su esencia, personalidad, cada una es muy diferente de la otra, pero a la vez son todas iguales, todas son mujeres.

La diferencia en que un cuadro guste o no puede residir en que esté situado en el lugar adecuado, por eso a Marián Solís le gusta trabajar estrechamente ligada al mundo del interiorismo y la decoración. Tras el éxito de su primera colección, trabaja en Mujeres del mundo, exposición que presenta este verano y que llega cargada de fuerza, valentía y diversidad, poniendo en valor a las mujeres de todo el mundo.

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