Medicina regenerativa, ozonoterapia y sueroterapia

La medicina regenerativa es la especialidad que se dedica a la reparación, reemplazo y regeneración de células, tejidos y órganos. Su objetivo principal es el de restaurar las funciones perdidas, ya sea como consecuencia de lesiones, fruto del envejecimiento o por motivos congénitos.

El reemplazo es el proceso de extraer ingredientes clave del cuerpo para activar los factores naturales de curación y aplicarlos en diferentes áreas del organismo. Se pueden reducir cicatrices, mejorar los tiempos de curación y reducir los procesos inflamatorios. La regeneración, en cambio, consiste en aplicar en tejidos u órganos tipos específicos de células o productos celulares para restablecer su función. Estas células pueden extraerse de la médula ósea, la grasa o la sangre.

La terapia endovenosa se ha convertido en una alternativa farmacológica natural a los tratamientos que luchan contra el envejecimiento. Consiste en administrar, por vía endovenosa, ozono, vitaminas, minerales y oligoelementos para revertir el envejecimiento, elevar las defensas del sistema inmunológico, regular el metabolismo y la función hormonal.

Estos compuestos estimulan la formación de colágeno en el organismo, lo que ayuda a combatir el envejecimiento prematuro, ya que se mantienen las membranas y las estructuras celulares en buenas condiciones, aumentando el proceso regenerador de las células. 

Uno de estos tratamientos es la ozonoterapia, que consiste en la administración de ozono en el organismo. Actúa como un poderoso regenerador celular, depurador de toxinas de las células y que restablece las funciones celulares siendo además un potente antiinflamatorio, antimicrobiano, analgésico, etc. 

La ozonoterapia es una alternativa en ocasiones a los medicamentos convencionales porque pueden restaurar lesiones y evitar algunas cirugías. Puede estar indicada en los casos de artritis reumatoidea, artrosis, lumbalgias, fibromialgia, pie diabético, tendinitis, varices, úlceras, gastritis, celulitis, acné, psoriasis, eczemas, osteomielitis, erisipela, teniasis, amebiasis, cefalea, etc.

Los tratamientos realizados con ozono pueden realizarse por diferentes vías: 

Insuflación anal: para operaciones oncológicas del aparto digestivo, tratamientos de hepatitis, etc.

Insuflación de bolsas de vacío: para tratamientos vasculares periféricos, dermatológicos, etc.

Insuflación vaginal: para tratamientos de infecciones vaginales, etc.

Inyecciones intradérmicas: para tratamientos en patologías reumatológicas, etc.

Inyecciones intraarticulares y paravertebrales: para tratamientos de enfermedades reumáticas, hernias discales, etc.

Autohemoterapia: se extrae sangre del paciente y se mezcla con ozono. Posteriormente se vuelve a introducir en el torrente sanguíneo del paciente.

Algunas de las ventajas que tiene el uso de la ozonoterapia en nuestro cuerpo cuando se emplea en diferentes patologías, pueden ser:

Disminución del estrés oxidativo y mejoría de nuestro estado general.

Artrosis: tras los primeros tratamientos con ozono puede disminuir el dolor y aumentar la movilidad articular.

Artrosis de rodilla: puede disminuir el dolor y permitir al paciente realizar una vida prácticamente normal. El ozono no cura la enfermedad, pero con una terapia constante, puede mejorar mucho la calidad de vida.

Condromalacia: genera una mejora del cartílago y puede llegar anclarse al hueso que lo sujeta. El paciente suele dejar de sentir dolor de forma notable.

Hernia discal: puede disminuir el volumen de la hernia. El resto del disco se suele rehidratar y expandir.

Herpes zoster: es capaz de destruir patógenos, tales como virus, bacterias, hongos, etc. Su acción se establece cuando empieza el ciclo reproductivo del virus.

Herpes simple: reduce las lesiones de la piel, disminuye sus brotes e incluso anula su aparición durante un tiempo.

Dolor de espalda y lumbago: tiene efectos analgésicos y antiinflamatorios.

Fibromialgia reumática y Síndrome de fatiga crónica: actúa sobre la sensación de cansancio y ejerce una acción antiinflamatoria.

Otro de los tratamientos es la sueroterapia. Se realiza para fortalecer el organismo, logrando un rejuvenecimiento y aporte de los nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. Además, los pacientes consiguen alcanzar un bienestar y equilibrio a través de sustancias como vitaminas, minerales, antioxidantes, aminoácidos o medicamentos naturales.

La sueroterapia puede generar los siguientes beneficios:

• Fortalecer el sistema inmune.

• Tratar la deshidratación.

• Mejorar y prevenir síntomas de resfriado o malestar en general.

• Mayor rendimiento y energía cuando el cuerpo padece fatiga, estrés o cansancio.

• Mejorar la calidad del sueño y regular el insomnio.

• Reestablecer la apariencia de la piel y previene el envejecimiento.

• Detoxificar el cuerpo.

• Favorecer la digestión.

• Quemar grasas y tratamiento de la obesidad.

• Mejorar la capacidad y estado de los órganos.

Se realiza mediante una aplicación
intravenosa, es decir, el suero va directo a través del flujo sanguíneo. Sus efectos son rápidos ya que los sueros aportan nutrientes que el cuerpo absorbe directamente al ser administrado por vena. 

La medicina actual debe estar basada en la prevención de las enfermedades y no solo en la curación de estas, por ello debemos utilizar todos nuestros conocimientos en aras de disminuir la presencia de diferentes patologías.

“Cuide su cuerpo. Es el único sitio que usted tiene para vivir”

Jim Rohn, escrito

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